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¿Cuál es el futuro de las NFT y Web3 en la era de la economía de los creadores?

La ventaja de Web3 es que concede a los usuarios la propiedad de sus datos. Los creadores podrán tratar sus datos como propiedad personal y cobrar por los contenidos que creen y otros consuman.

 

 

Un informe reciente de The Influencer's Club sugiere que la economía de los creadores tenía un valor de más de 100.000 millones de dólares  en 2022 y sigue creciendo. Las tendencias recientes parecen respaldar esta afirmación, con la expansión de YouTube a Shorts, el lanzamiento de Pulse por parte de TikTok y el impulso de Facebook a los contenidos con Reels.

 

La economía de los creadores también se está expandiendo de otras formas, con el uso de herramientas de inteligencia artificial como ChatGPT y DALL-E para generar contenidos, el auge de plataformas de retransmisión en directo como Twitch y el creciente interés por el podcasting.

 

Sin embargo, los creadores se enfrentan a una serie de retos que probablemente se agravarán a medida que crezca la economía. Uno de los principales problemas es que los creadores a menudo se encuentran encerrados en plataformas centralizadas como Instagram y YouTube, rehenes de algoritmos que determinan el alcance de sus contenidos. Mientras tanto, la gran mayoría de los creadores luchan por generar muchos ingresos con su trabajo.

 

Con la aparición de tecnologías Web3 como la criptomoneda y los tokens no fungibles, los creadores tienen la oportunidad de liberarse de su dependencia de las plataformas centralizadas, obtener el control total de los contenidos que crean y establecer relaciones directas con sus seguidores.

 

La economía de los creadores debe su existencia a la era de la Web2. La Web2 vio surgir plataformas como Facebook, TikTok e Instagram, y los conceptos de blog y podcast, dando a la gente una forma de generar sus propios contenidos. Con la Web3, los creadores disponen ahora de un ecosistema más justo que les permite convertirse en dueños de su propio destino.

 

La ventaja de Web3 es que concede a los usuarios la propiedad de sus datos. Los creadores podrán tratar sus datos como propiedad personal y cobrar por los contenidos que creen y otros consuman. Ya hemos visto que los NFT se utilizan para registrar quién es el propietario de una obra de arte digital, y los datos de los usuarios pueden rastrearse y localizarse del mismo modo.

 

Los proyectos existentes ya lo han hecho posible. Un buen ejemplo es la plataforma de publicidad tokenizada Web3 Permission, que conecta a los consumidores con las marcas. Con Permission, los usuarios pueden ganar criptomonedas como recompensa por compartir sus datos e interactuar con las marcas. Una idea similar es Ocean Protocol, un mercado en el que los particulares pueden vender sus datos como NFT. Además, Zedosh es una aplicación que paga a los usuarios por ver anuncios.

 

 

Plataformas Descentralizadas

 

En Web3, los artistas, músicos, videoblogueros y otros creadores de contenidos no tendrán que depender de plataformas tradicionales como Facebook e Instagram, ni tratar de atraer a las marcas para que patrocinen sus contenidos. En su lugar, podrán distribuir sus contenidos a través de plataformas descentralizadas propiedad de los usuarios.

 

La Web3 será testigo del auge de plataformas descentralizadas de medios sociales como Taki, en la que todos los usuarios de la plataforma tienen una participación en la red y pueden obtener recompensas por compartir, dar a me gusta y comentar contenidos. Las plataformas descentralizadas serán democráticas e inclusivas, y permitirán a cualquiera monetizar su trabajo directamente. Así, los creadores podrán ser más selectivos a la hora de elegir las marcas con las que trabajan, lo que redundará en una publicidad de mayor calidad.

 

La economía de los creadores de Web3 también permitirá estrechar las relaciones entre las personas influyentes y sus seguidores, así como nuevas oportunidades de financiación. Por ejemplo, Snapmuse.io está impulsando el concepto de NFT que permite a los fans asociarse con sus creadores favoritos. Pueden adquirir NFT con una parte de los ingresos publicitarios del influencer. El objetivo es fomentar una comunidad más grande y conseguir un compromiso más amplio a través de las nuevas asociaciones.

 

En Web2, Amazon, Google y Apple surgieron como los nuevos intermediarios, llevándose grandes tajadas de cada venta a través de sus tiendas online. Lo mismo ocurre con Facebook e Instagram, que se llevan para sí la mayor parte de los ingresos publicitarios generados por los contenidos de los creadores.

 

Eso puede cambiar con Web3, y de hecho ya lo ha hecho. Su mayor mercado de NFT es OpenSea, que cobra una comisión por transacción del 0% por cada venta. Cada transacción es transparente y crea un registro público del valor y la procedencia de la NFT.

 

En lugar de publicar un vídeo en Facebook y perder los derechos sobre ese contenido en el momento en que se ha subido, los creadores podrán acuñar NFT que establezcan que son los propietarios de ese vídeo. Alternativamente, los creadores podrán vender esos NFT directamente, transfiriendo la propiedad al comprador.

 

GenZeroes, la primera serie de vídeo y cómic del mundo impulsada por NFT, es un proyecto con visión de futuro. Se financia con la venta de NFT a los fans, que obtienen acceso exclusivo a los nuevos episodios y la posibilidad de opinar sobre lo que ocurrirá en la segunda temporada.

 

Los contratos inteligentes garantizan la puntualidad de los pagos, ya que eliminan a los intermediarios, lo que significa que los creadores recibirán su parte de ingresos en el momento en que hayan sido pagados. A medida que las plataformas Web2 empiecen a desaparecer, los contratos inteligentes y las NFT se convertirán en la nueva norma, con un registro de propiedad de cada contenido publicado en blockchains públicas inmutables.

 

Con las NFT, los artistas podrán llevar la cuenta del valor de sus creaciones más antiguas y seguir monetizándolas mediante derechos de autor. Con el antiguo sistema, si un artista vendía un cuadro por 10.000 dólares y más tarde se volvía a vender por 5 millones, el artista no recibía nada más, y el marchante se embolsaba la diferencia. Eso no ocurrirá con las NFT, ya que los artistas pueden crear un contrato inteligente que les asegure que recibirán un porcentaje de cualquier venta futura.

 

 

Web3 significa más poder para los creadores

 

La mayoría estará de acuerdo en que los creadores de contenidos merecen pleno reconocimiento y valor por su trabajo, y eso es precisamente lo que ofrecerá Web3. Uno de los mayores beneficios de la tecnología es la democratización, que pone capacidades avanzadas en manos de los consumidores.

 

Web3 es la próxima evolución de este paradigma y cambiará las reglas del juego para los creadores, dándoles un control sin precedentes sobre sus contenidos. Ya no tendrán que depender de plataformas como YouTube para monetizar su trabajo. Tendrán la propiedad directa de su trabajo y acceso directo a sus fans.

 

Tomer Warschauer Nuni es CBDO @Kryptomon un emprendedor en serie, asesor e inversor centrado en la innovadora industria blockchain & Web3.

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